Los padres con experiencia podrán contestar esta pregunta con facilidad, pero los primerizos tendrán esta y muchas otras dudas. El tema de cargar al bebé cada vez que los padres entiendan necesario es muy controversial. A menudo, podemos escuchar consejos de personas diciendo que los brazos engríen y que se debe dejar al bebé llorar. La verdad es que cada padre y madre elige la manera de cómo manejar la situación, pero siempre es importante buscar información para entonces tomar una decisión que entiendan es la mejor.
Los segundos nueve meses
A la crianza en brazos se le conoce como embarazo exterogestación, proceso que dura dieciocho meses: nueve meses dentro y nueve meses fuera. Luego de nacer, el bebé no es capaz de velar por sí mismo y pasan varios meses hasta que puede sostenerse, gatear, caminar, agarrar objetos, entre otras actividades. Debido a que necesita de mamá durante estos primeros meses de nacido, se fomenta la crianza con apego, así que aprovecha este tiempo, los segundos nueve meses, para cargarlo, abrazarlo, llenarlo de tu calor, o sea, tenerlo pegado a ti, para que sienta lo mismo que cuando estaba en el útero. Aunque no lo creas, cargarlo en tus brazos le traerá muchos beneficios. Según expertos, la crianza en brazos también consiste en estar presente cuando los niños lo requieren, enfatizando que son muy importantes y amados. Recuerda que el bebé crece en solo un año y esos momentos especiales quedarán grabados para siempre. Según muchos psicólogos, la relación padre o madre a hijo depende mucho de cómo fueron esos primeros meses de vida, ya que se establece un vínculo fuerte y estable, que provee seguridad y contribuye en gran medida a la independencia de los hijos.
Algunos beneficios de cargar a tu bebé
• Estará menos nervioso y su llanto se reducirá en un 49%.
• Será capaz de descubrir el mundo de una forma segura.
• Ayuda a los bebés enfermos o prematuros, ya que se sienten muy reconfortados al sentirnos cerca.
• Disminuye el reflujo y los cólicos. La posición que adoptan en el portabebés les ayuda a expulsar los gases.
• Los estudios demuestran que los bebés lloran menos y duermen mejor, porque sus necesidades se satisfacen más rápido.
• Permite que papá se incorpore al proceso de crianza del bebé y disfrute del contacto y apego, estableciendo lazos emocionales con su bebé.
• Estos bebés aprenden más rápido que otros. La interacción constante ayuda al bebé a experimentar un mayor estado de vigilia tranquila, que es el estado ideal para el aprendizaje.