Todas las personas tienen responsabilidades y preocupaciones diarias. Una pareja es parte de esa tarea, y más, un hijo. La llegada de un hijo es un proceso hermoso, pero también arduo, debido a que ocupa la mayoría del tiempo de la pareja por la gran responsabilidad que conlleva. Justo en ese momento, comienza la distancia en la sexualidad de la pareja porque se tiende a dar prioridad al hijo. Esta situación es muy común, lo más importante es reconocerlo y trabajar la situación. Primero, ambos deben aceptar que su vida cambió y que tienen que ajustarse a esta nueva etapa. Segundo, reconocer que tu pareja, al igual que el hijo, es prioridad dentro de las responsabilidades cotidianas. Tercero, sacar un momento para dialogar con tu pareja sobre la situación y escuchar su sentir. No solo en ese momento, debe ser una acción de todos los días. Cuarto, entender que la sexualidad es esencial en toda relación. Es decir, se necesita mucha disposición por parte de ambos.

De igual forma, las tareas del hogar influyen en el encuentro sexual. Por ejemplo, la división de tareas del hogar debe ser equitativa, ya que muchas mujeres sienten que esa carga solo les toca a ellas. Si una mujer siente presión por los quehaceres del hogar, estará agotada y esto evitará un encuentro sexual. Por otro lado, el aspecto es muy importante y es algo que no se debe descuidar, ya que esto ayuda y propicia el interés hacia la pareja. Así también, dar un detalle o crear rutinas saludables, por ejemplo, hacer ejercicios o comer en la mesa juntos, es un tiempo de calidad en el que ambos podrían conversar sobre su día. Según expertos, esta cercanía mantendrá el deseo y pasión por tu pareja, ya que ambos se sienten escuchados. Por tal razón, es necesario estipular horarios para la sexualidad, porque aunque no suene romántico, no encontrarán el momento de hacerlo, por sus demás responsabilidades. Por último, reinventarse es una gran opción, ya que todos los días es una nueva oportunidad para ofrecer lo mejor de ti a tu pareja.