Imagina que te levantas y entras a la ducha, pensando en cómo organizar tu día y qué tareas realizar. Mientras estás lavándote, sientes una masita en el seno que no has sentido anteriormente. Ahora tu mente está fijada en la masita y sigues tocándote para sentirla. Ansiedad y preocupación cambian tus pensamientos de las tareas del día e inmediatamente llamas a tu doctor para cita. Imagínate que ya has hecho tu mamografía como todos los años. Tu doctor te indica que debes ver un especialista para algo nuevo que han encontrado en el seno, y tal vez una biopsia será necesario. Ambas situaciones pasan con frecuencia a muchas mujeres, pero un factor sumamente importante es controlar la ansiedad que surge con cualquier masita del seno, es saber si tienes un riesgo más alto y esperar si sale positivo.
Concentraré el aspecto de este artículo en el proceso de visita de un especialista cirujano. Se inicia con evaluar los riesgos que la mujer tiene para desarrollar un cáncer de mama. Yo sé que es la segunda causa de muerte de cáncer en la mujer, siendo el cáncer del pulmón el número uno, entonces la posibilidad del cáncer de seno que se aparece así es un miedo real y válido. Hay dos factores de riesgo que son lo más importantes. Uno es, en la mujer. Los hombres pueden tener un cáncer de seno, pero no es tan común, debido a la escasez de hormonas en su sistema y la falta del tejido excesivo del seno. Segundo es la edad. Antes de la edad de 40, 1 sobre 200 mujeres desarrollan un cáncer de seno, pero entre 40 y 70 años el número baja a 1 sobre 28 mujeres, y después de 70 años el número baja a 1 sobre 15 mujeres.
Factores a considerar:
Genética: representa el 5 a 8% de los cánceres de seno. Si el paciente con la masita nueva ha tenido un cáncer de seno en su historial médico, se está en riesgo más alto de tener otro cáncer de seno. También, si algún pariente del primer grado, madre, hermana o hija, ha tenido un cáncer de seno, hay más riesgo.
Contacto con hormonas en la forma de la menstruación o medicamentos: desde el año 2000, había un gran esfuerzo en la disminución del uso del reemplazamiento de hormonas luego de la menopausia, que sea por causas naturales o debido a la cirugía para quitar los ovarios. Este esfuerzo empezó después de averiguar en estudios clínicos que un factor importante en el desarrollo del cáncer de seno es la exposición del tejido del seno a las hormonas estrógeno y progesterona. Debido a este esfuerzo hubo una disminución de 7% del cáncer de seno en los años después, lo que evidencia que los factores hormonales tienen un papel en el desarrollo del cáncer de seno.
Actividad física: un especialista puede evaluar este factor viendo si la paciente hace ejercicios, si hay presencia de obesidad y si consume alcohol. Toda mujer tiene el control de este aspecto y puede cambiar su vida para disminuir los riesgos de tener cáncer de seno.
Después de evaluar los riesgos, el examen físico, el historial médico y examinar las imágenes de la mamografía o sonografía, el especialista toma la decisión de hacer una biopsia, lo cual será clave al momento de hacer un diagnóstico del cáncer de seno. Me gustaría destacar el hecho que la mayoría de las biopsias salen negativas para un cáncer de seno. Si una paciente no está satisfecha con la decisión de hacer o no una biopsia, tiene todo el derecho de buscar otra opinión. Lo importante es que entienda por qué debe realizarse una biopsia y cómo lo va a hacer. La forma de hacer una biopsia es con una aguja, utilizando sonografía o mamografía para guiar la posición de la aguja. Esto ayuda a que el diagnóstico se obtenga con menos riesgo, dolor y pocas complicaciones. Una biopsia abierta en la sala de operaciones se puede hacer, pero esta se considera solamente cuando hay dudas del resultado o si la paciente misma desea sacársela por completo. Muchas veces una cirugía para sacar la masa se puede evitar con una biopsia por aguja.
Luego de la biopsia, los resultados se obtienen en 2 semanas y dependiendo de esto es que se discute o se da recomendaciones. Si el resultado sale negativo, normalmente hay una recomendación de un seguimiento corto con otro estudio para evaluar la masa otra vez. Si el resultado es positivo hay una discusión sobre las opciones disponibles, las cuales varían dependiendo de la patología y el paciente, tales como tratamientos preoperatorios quirúrgicos o quimioterapias. Normalmente el esfuerzo entre el especialista quirúrgico y el oncólogo es tratar el cáncer exitosamente y bajar el riesgo que vuelva otra vez.
Lo más importante es que toda mujer conozca los procesos de tratamientos y los riesgos del cáncer de seno. También conocer su historial familiar y sobre todo mantener citas periódicas con su médico como método preventivo. Es importante destacar que el completo conocimiento de esta enfermedad ayudará a darle seguridad a toda mujer que sabe lo que debe hacer en o antes del proceso.