Una prima muy querida por mi familia, tenía exceso de peso y siempre nos expresaba que era “gordita pero feliz”, claro que nos engañaba; sólo lo decía y en realidad no lo sentía. Ella nos explicaba que odiaba hacer dieta, y se deprimía con gran frecuencia debido a la dificultad para vestirse y sus limitaciones físicas. Justamente en su día libre, mientras cortaba el césped, me llamó porque sentía un dolor muy fuerte en el pecho, con mareos, náuseas y sudoraciones. Le dije que se sentara en una silla mientras yo llamaba al 911 para que la llevaran al hospital y yo la vería en la sala de emergencias. Después de varios estudios, a sus cuarenta años le diagnosticaron un infarto del corazón y le dijeron que tenía el colesterol alto.
El colesterol es una sustancia de tipo grasosa, que existe naturalmente en todos los órganos. El cuerpo necesita determinada cantidad de colesterol para funcionar adecuadamente y en el centro de las hormonas todas tienen colesterol, pero el exceso de colesterol en la sangre se adhiere a las paredes de las arterias y en combinación con otras sustancias como homocisteína y calcio pueden estrechar las arterias e incluso obstruirlas.
Los depósitos de colesterol en las arterias son la principal causa de formación de ateroma (placas) en la superficie interna de la arteria las cuales son responsables de las enfermedades cardiovasculares, entre ellas el infarto al corazón o al cerebro.
Por esto la importancia de obtener los niveles de colesterol en los pacientes y así iniciar tratamiento lo más pronto posible si es necesario.
Fuentes de colesterol
El origen del colesterol en el organismo tiene dos fuentes:
La interna: la verdadera fábrica de colesterol es el hígado, y es la más importante llegando a producir el 75 % del colesterol total.
La externa: es el colesterol que ingresa con los alimentos, de origen animal (huevos, lácteos y las carnes). El organismo absorbe aproximadamente la mitad del colesterol contenido en la dieta.
Tipos de colesterol
La sangre transporta el colesterol desde el intestino o el hígado hasta los órganos que lo necesitan y lo hace uniéndose a partículas llamadas lipoproteínas. Existen tres tipos de lipoproteínas:
De baja densidad (LDL): se encargan de transportar nuevo colesterol desde el hígado a todas las células de nuestro organismo.
De alta densidad (HDL): Recogen el colesterol no utilizado y lo devuelve al hígado para su almacenamiento o excreción al exterior a través de la bilis.
De muy baja densidad (VLDL): Tiene la mayor cantidad de triglicéridos que obtiene del hígado
Por tanto podemos hablar de tres tipos de colesterol:
- Colesterol malo (LDL): Al unirse a la partícula LDL se deposita en la pared de las arterias y forma las placas de ateroma.
- Colesterol no tan malo (VLDL): Que contiene triglicérido y es pegajoso, por tanto contribuye al depósito de colesterol malo (LDL) en la pared de las arterias
- Colesterol bueno (HDL): Al unirse a la partícula HDL transporta el exceso de colesterol de nuevo al hígado para que sea eliminado o almacenado.
Efectos dañinos del colesterol elevado:
Arteriosclerosis: Esta patología resulta por la obstrucción de las arterias producida por el colesterol, y un exceso importante de grasas entre otras sustancias que restringen la circulación correcta de la sangre desde el corazón al resto del cuerpo. Esta es una enfermedad arterial generalizada, pero generalmente pasan inadvertidas hasta tener una primera complicación usualmente catastrófica como:
Enfermedades coronarias: El colesterol alto es un factor de riesgo para generar un ataque al corazón (infarto), y posterior muerte de muchas personas. Esta es la causa número uno de muerte en Estados Unidos.
Angina de pecho: Esto responde a la falta de irrigación sanguínea (oxígeno) a una parte del corazón y produce un dolor agudo en el pecho normalmente asociado con falta de aire. Estos malestares, se producen cuando se realiza algún tipo de esfuerzo y desaparece luego de un período de reposo.
Accidente cerebrovascular: Se produce cuando hay falta de irrigación sanguínea (oxígeno) al cerebro y puede causar la muerte o parálisis parcial del cuerpo.
Recomendaciones para mantener un colesterol saludable
Dieta mediterránea
En ella se cumplen los principios básicos de la pirámide alimenticia recomendada por la OMS (Organización mundial de la salud).
Los beneficios de la dieta mediterránea radican en su excelente aporte de grasas saludables como polinsaturadas y monoinsaturadas, los ácidos grasos como el Omega 3-6.9, pero se excluyen las carnes rojas, es la dieta más rica en antioxidantes, un aporte excelente de fibra, frutas, frutos secos, verduras y legumbres.
Con la dieta mediterránea podemos reducir nuestro colesterol en sangre, protegernos de enfermedades cardiovasculares y cuidar nuestro peso gracias a su aporte equilibrado de nutrientes donde se excluyen las grasas nocivas para nuestro organismo.
¿Qué alimentos constituyen la dieta mediterránea?
Las hortalizas, los frutos secos como las nueces, las legumbres, y las frutas como la naranja, el limón, el melón, las manzanas, las uvas, etc.
El aceite de oliva como principal fuente de grasa.
El vino consumido en cantidades moderadas. No más de un vaso al día.
El pescado como el atún, el salmón, el bacalao, etc.
La pasta como fuente principal de hidratos de carbono.
Si se consume algún tipo de carne, esta debe ser siempre de pollo o pavo porque son carnes magras.
Pautas para cumplir la dieta mediterránea
Debes comer 5 veces al día: desayuno, merienda, almuerzo, merienda y cena. El objetivo es comer cantidades equilibradas cinco veces al día y nunca comer grandes cantidades en una sola comida.
No prescindas nunca del desayuno, es básico que obtengas la energía necesaria para empezar el día.
Prescinde el uso de mantequilla. Sustitúyela con aceite de coco o de oliva.
Las cenas serán esencialmente a base de verduras.
No excluyas tampoco el pan, es esencial para aportarnos fibra. Elige aquellos de grano entero, siendo muy recomendables los de centeno o avena.
Las especias también son muy recomendables: orégano, albahaca, perejil y esencialmente el ajo.
Los dulces no están permitidos al menos que sean frutas endulzadas con Stevia (edulcorante natural).
Sustituye la leche de vaca por leches vegetales.
Es recomendable también beber una copa de vino tinto al día, así como tomar dos litros de agua al día.
Tratamiento médico
Estatinas. Funcionan bloqueando la producción de colesterol LDL en el hígado.
Desafortunadamente estas medicinas están asociadas con serios efectos secundarios como: trastornos hormonales, daños en el hígado, riñón, músculos, además pancreatitis, anemias y lupus, trastornos del comportamiento y de personalidad, y últimamente han estado asociados con pérdida de la memoria.
Tratamiento natural
Red Yeast Rice Powder (arroz de levadura roja): Es extraído del arroz que se ha fermentado con el hongo Monascus Purpureus. Contiene Monacolina K, un potente inhibidor de la HMG-CoA reductasa que se conoce también como Lovastatina (Mevacor®, una droga para reducir el colesterol producida por Merck & Co., Inc.), pero como es natural no tiene efectos secundarios.
Garlic (ajo) (Allium Sativum L): Ayuda a prevenir la arteriosclerosis y los accidentes vasculares por su actividad hipolipemiante al inhibir la síntesis de colesterol y triglicéridos. Además tiene efectos antihipertensivos y favorece una adecuada circulación de la sangre.
Guggulipid: Se extrae a partir del guggul y contiene esteroles vegetales (guggulesteronas E y Z), que se consideran como sus compuestos bioactivos. Provoca reducciones significativas en el colesterol total en la sangre.
Policonasol: Es un extracto de la cera de caña de azúcar. Estudios clínicos han demostrado que reduce el colesterol desacelerando la síntesis del colesterol en el hígado y también parece aumentar la reabsorción hepática del colesterol LDL (malo).
Ácido Fólico: Disminuye la homocisteína, ayuda a evitar complicaciones como la formación de placas de colesterol en las arterias, previniendo las enfermedades cardiovasculares.